El lunes nos llamó la gente de Magnizidio para ver si podíamos y queríamos tocar en Durango, en un concierto al que no podían ir sus colegas de Repulsa Sozial, a los que habíamos conocido poco antes. Como no podía ser de otra manera, nos costó muy poco decir que para allá íbamos.
El concierto era en el gaztetxe, que una vez más era una pasada: un edificio de unos cinco pisos (que había sido un hotel) que no vimos entero pero se veía muy completo: comedor, cocina, habitaciones para dormir, biblioteca… El sitio para los conciertos era pequeño pero muy acogedor, con un escenario muy bien preparado.
Byfidus fueron los primeros en tocar, punkcore, un poco de dis-punk… tralla en general. Muy cortos y con un ambiente bastante frío, la verdad, quizá el público que había –no demasiado- era de otro rollo. Estuvimos con ellos y eran muy majetes, así que suerte para ellos!.
Luego tocamos nosotros, con un concierto bastante bueno –en la línea de las últimas veces-, y aunque casi no nos oíamos las voces, parece ser que fuera sí se oían bien.
Despues tocó la peña de Magnizicio, un grupo joven y que nos sorprendió por lo bien que tocaban, la verdad que no lo esperábamos. El ambiente siguió bastante desangelado, allí no se movía mucho la gente, aunque nosotros mismos nos encargamos de caldear un poco el ambiente, bailando y botando por allí entre nosotros.
Al acabar el concierto, “intentamos” salir por el pueblo sin éxito, no había más que pachangueo y no es que nos apeteciera precisamente.
Como curiosidad, era la jornada de reflexión de las elecciones vascas… aunque seguro que la gente que estaba en el gazte tenía perfectamente decidido lo que iba a hacer al día siguiente.
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