24 de noviembre de 2006. Barakaldo.

Viernes 24 de Noviembre. Noviembre libertario '06. Hachazo + Josu Distorsión y los del Puente Romano + Defecto de Fábrica. En el gaztetxe de Dorretxea (Barakaldo, BILBAO). A las 21:30, 4 €.

De nuevo de visita por Bilbao (viendo los carteles en carretera nos dimos cuenta de que hemos tocado en mogollón de barrios y pueblos) para tocar de nuevo en el Noviembre libertario, para el que nos habían llamado de dos colectivos.

Esta vez el gaztetxe estaba un poco a las afueras, en una zona industrial (o eso parecía), y era como en el patio-medio-cerrado de un antiguo colegio o algo así. Vamos, que parecía que sonaría fatal y realmente no fue tanto así.

Aparecimos tarde, era viernes y los curros impiden salir de León antes de las 8, así que dijimos que solo podríamos tocar a partir de las 12. Cuando llegamos, ya estaba acabando el primer grupo, y nos dio tiempo (y vaya que si nos dió) a ver a Josu & cía. La verdad es que se nos hizo bastante pesado el concierto, tocarían hora y media o más. Además el grupo no nos gustaba demasiado y entre cada canción metían unos sermones-apología de las drogas que no van con nuestra manera de ver las cosas. Pero eso sí, con nosotros se portaron muy bien, dejándonos equipos y estando atentos en todo momento.

Por motivos familiares este día no pudo tocar Nando, así que Carlos se encargó de la batería, dándole otro aire a las canciones. Llevaba mucho tiempo sin tocarla, pero eso no hizo que la cosa quedara mal. Eso sí, quedó distinto (la mayoría más lentas, algunas más rápidas), no sabemos si alguien lo notó o si solo quedó para nosotros.

Por allí vimos a unos cuantos amigos, habituales de nuestras visitas norteñas, con los que estuvimos charlando un rato. (A algunos les volvimos a ver al día siguiente).

En el concierto disfrutamos, y eso siempre se nota. Hicimos el cafre, que al fin y al cabo nos gusta, y conseguimos pasar un buen rato en compañía. Por ahí hay algún documento visual que lo acredita.

Al acabar, algunos siguieron la juerga y otros se fueron a dormir a otro gaztetxe que ya nos era conocido: el de Santurtzi. Allí nos tomamos la última y nos dormimos tranquilamente, agradeciéndole a un chico que estaba por allí que nos llevara a su casa a por colchones.